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La raíz de la mayoría de los problemas personales y sociales del mundo
La raíz de la mayoría de los problemas personales y sociales del mundo

La raíz de la mayoría de los problemas personales y sociales del mundo

La raíz de la mayoría de los problemas personales y sociales del mundo

Hay que afirmar que la mayoría de los problemas personales y sociales del mundo tienen su raíz en la falta de moral. A la luz de esto, muchas evidentes crisis en los países del mundo, como la pobreza, se originan de los problemas morales. La ética y la moralidad son dos grandes patrimonios de las civilizaciones y comunidades humanas, y deben considerarse como los pilares de una sana vida social. Igualmente, la moralidad es el mejor medio para alcanzar la proximidad a Dios. Si los problemas morales del mundo no se solucionan, ninguna crisis humana puede ser resuelta en la comunidad; ya que la mayoría de estas crisis, como la falta de seguridad, la violencia, el robo y la pobreza son las consecuencias de la falta de moralidad.

Es por lo tanto; que la auto-purificación y las enseñanzas éticas y morales, han constituido la mayor parte del programa educativo del Profeta Muhammad (PBD) desde el inicio de la misión profética. Una de las claves del éxito del Profeta (PBD) en su misión fue su conducta basada en la moralidad, la humildad y el comportamiento cariñoso con la gente. [1]

Según los registros históricos, el Profeta Muhammad (PBD) era tan puro y piadoso que incluso durante la época preislámica fue conocido entre los árabes como Muhammad al-Amin (Muhammad el honesto). Él prestaba mucha atención a la moralidad y a la honestidad con la gente, incluso con los no-musulmanes. Al respecto, se ha narrado que el Profeta (PBD), antes de que saliera de La Meca a Medina, le ordenó al Imam Alí (P) devolver  los bienes confiados que estaban con él y que cumpliese los compromisos del Profeta (PBD) con los habitantes de La Meca, aunque no fuesen musulmanes. [2]

Cabe destacar que el Profeta Muhammad (PBD) era muy humilde, y respetaba a todas las personas de cualquier clase social. Cuando se encontraba con alguien, era el primero en saludar. Cuando estaba de viaje, realizaba en persona una parte de las tareas de la caravana y no dejaba todas las cargas del viaje para los demás. [3]

Nosotros, al estudiar la historia del Profeta del Islam (PBD) y sus relatos de paz o de guerra, llegamos a saber que el Profeta (PBD) fue un ideal ejemplo de valentía, tolerancia, buen comportamiento, paciencia, amor y amnistía. Este hecho es muy visible en la historia de la conquista de La Meca cuando el Profeta (PBD) decretó la amnistía general para sus crueles enemigos que estaban en la ciudad, aunque podía castigarlos y tomar venganza. [4]

Un punto muy importante en la conducta del Profeta (PBD) es el hecho de que en los asuntos funcionarios y gubernamentales, él (PBD) nunca utilizó el argumento de que “los fines justifican los medios”. El Profeta (PBD) siempre buscaba el mejor y el más sagrado medio para alcanzar sus objetivos, haciendo hincapié en la aleya coránica que dice: “¡Oh, los que creéis! Proteged la justicia por Dios, dando testimonio equitativo y no dejéis que los malos sentimientos contra un pueblo os conduzcan a obrar injustamente. ¡Sed justos! Eso está más cercano a la piedad.”[5]

Incluso, en el campo de batalla, recomendaba a los soldados del ejército del Islam que observasen las normas éticas tales como: no atacar a los civiles, no destruir las fincas y huertas, no contaminar las fuentes del agua y tener buen comportamiento con los cautivos. [6]

De hecho, si no hubiera sido por la ética y el comportamiento divino del Profeta Muhammad (PBD), aquellos árabes paganos y violentos que vivieron durante siglos en la ignorancia, no habrían aceptado el Islam, sino que como dice el Corán se habrían alejado de ello: “(¡Oh Muhammad!) En verdad, por una misericordia de Dios, fuiste blando con ellos, pues, si hubieras sido seco y duro de corazón, rápidamente se hubieran apartado de ti.” [7]

Hoy en día, se siente la necesidad de vivificar la conducta y el modelo de comportamiento humano del Profeta Muhammad (PBD). Para lograr este propósito, cada musulmán debe tratar de adoptar la conducta del Profeta (PBD) y actuar de acuerdo con la misma. [8]

Referencia

[1] Ética Islámica en Nahyul Balaga, tomo 2, página 144.

[2] Cincuenta Lecciones para la Juventud, sobre los Principios de la Fe, página 214.

[3] Juramentos del Corán, página 345.

[4] Cincuenta Lecciones para la Juventud, sobre los Principios de la Fe, página 214.

[5] Sura al-Ma’ida, aleya 8.

[6] Cincuenta Lecciones para la Juventud, sobre los Principios de la Fe, página 216.

[7] Sura Ale-‘Imran, aleya 159.

[8] Luces del guía, página 239.